El joven se subió al trampolín mas alto y cuando volteó la espalda listo para saltar a la piscina, al filo de rampa, extendió sus brazos y vio su propia sombra en la pared. El joven quedo impresionado, ya que la sombra de su cuerpo tenia la forma exacta de una cruz. En lugar de saltar, sin saber el porque, se arrodillo y finalmente le pidió a Dios que entrara en su vida.
Mientras el joven permanecía quieto, el personal de limpieza ingreso y encendió las luces. ‘HABIAN VACIADO LA PISCINA PARA REPARARLA’.
Esta es la prueba más simple que ‘El’ existe.
